2021, un año de individualidades
La Región de Murcia ya tiene a sus mejores deportistas del año 2021. Tras el paréntesis, motivado por la pandemia del COVID, tras el aplazamiento por la situación sanitaria, en... Leer más →
Puri García Ayala
Son la cara B del deporte Profesionales que ejercen su actividad en áreas vinculadas a la formación de deportistas de cualquier categoría y en cualquier disciplina
Aunque pueda parecer mentira, eso de que todo se encuentra en Internet no es del todo cierto. Y sino me creen, hagan la prueba. Tecleen en cualquier buscador entrenador de equipo deportivo. Ahora hagan lo mismo con fisioterapeuta de equipo deportivo. La diferencia en los resultados es más que evidente. En el primer caso aparecen nombres y apellidos -e incluso más de un rostro archiconocido- de muchos de ellos; en el segundo caso, solamente aparecen nombres de clínicas especializadas o blogs de algunas personas que ejercen dicha profesión. Estas personas han de conformarse con ocupar un mínimo espacio en el infinito mundo de la información y del reconocimiento. Es lo que les sucede a las personas que forman parte del backstage del deporte. La cara B de las disciplinas deportivas que pocos conocen pero que es imprescindible para el desarrollo profesional de los deportistas y la consecución de éxitos, tanto individuales como colectivos. Lo forman médicos, fisioterapeutas, nutricionistas o encargados de material que viven sus carreras profesionales en un segundo plano, por falta de presencia en los medios y reconocimiento del público. Máxime si son mujeres.
Vanesa Amor Vigueras -o Vane para los que quieran abreviar porque a ella no le importa- ejerce su profesión de fisioterapeuta en la Federación de Fútbol de la Región de Murcia desde 2011. En la actualidad, se ocupa de tratar a las Selecciones Juvenil y Cadete femenina en entrenamientos, partidos en casa y en sus desplazamientos. En otras ocasiones se ha dedicado a la Selección Juvenil masculina. A Vanesa lo del fútbol le viene de herencia. Su padre, ya retirado, perteneció al Comité de Árbitros y le inoculó el rico veneno del deporte rey en España, de tal forma que, cuando ella supo cuál sería su profesión, tuvo claro que sus manos iban destinadas a tratar lesiones deportivas. No le importa trabajar rodeada de hombres, que es lo que se acostumbra a ver en cualquier disciplina deportiva y en esta, más. De hecho ella ha sido, durante mucho tiempo, la única fémina en el cuerpo médico, “recientemente se ha incorporado una entrenadora en la Selección Cadete femenina, así que ¡ya no estoy sola!”.
Los polémicos episodios en el deporte con protagonistas femeninas, no le son ajenos. Conoce el controvertido nombramiento de Gala León como capitana del equipo masculino de tenis español de Copa Davis y la reacción del público del Stamford Bridge de Chelsea cuando su directora médica saltó al campo a asistir la lesión de uno de sus jugadores, en un partido de Semifinales de Champions contra el Atlético de Madrid. Vanesa sonríe al recordarlos. Ella nunca ha vivido un suceso parecido. En la Federación se trabaja con mucho cuidado y respeto para no invadir el terreno del sexo opuesto. Por ejemplo, los hombres que conforman el cuerpo técnico no entran a los vestuarios de las jugadoras hasta que estas no están totalmente uniformadas y preparadas para saltar al terreno de juego. Si precisan dar alguna instrucción es Vanesa la que se ocupa de comprobar si “están visibles” antes de que cualquier hombre acceda al habitáculo. Su trabajo con los chicos de la Selección le resulta casi divertido. Bromean con ella, dentro de lo que considera normal para unos chicos de su edad. “Lo más chocante es cuando tienen un tirón en alguna parte delicada del cuerpo, como por ejemplo la ingle, y tengo que masajear. Los compañeros se ríen y bromean. Pero más de él que de mi. Nunca han traspasado el límites. Me tengo que reír”. Considera que personalmente recibe un trato agradable y correcto de sus compañeros, aunque en ocasiones percibe que está condicionado precisamente por ser mujer y joven. “Todos mis compañeros son más mayores que yo y ellos tienen unos valores que los jóvenes no conocen”. Se siente muy arropada por sus colegas más cercanos, Ángel, el utillero y José Luis, el ATS, hacen de su trabajo una tarea muy llevadera. “A cada momento me preguntan si necesito algo y si me encuentro bien. No me puedo quejar. Son muy buenos conmigo”. Las jugadoras son las que más complicidad tienen con ella, aunque no es de extrañar. Además de la dulzura, simpatía y desparpajo que desprende, Vanesa intima mucho con ellas a la hora de realizarle los masajes de descarga posteriores a un partido.
Las jugadoras y el equipo técnico deben compatibilizar sus responsabilidades deportivas con sus vidas cotidianas
Porque una fisio, además de actuar como tal, es un poco terapeuta del alma y en esas sesiones de relajación tras un esfuerzo físico y mental, la deportista precisa también de ese momento de autoevaluación y sinceridad. “Yo sé que muchas veces me piden un masaje sin que les haga excesiva falta, pero a mi no me importa, ellas se sienten bien y yo también. Mientras charlamos y me cuentan sus cosas”. Con los chicos es distinto. Los describe como más herméticos y reservados. “Ellos no me cuentan nada. Solamente hablamos de fútbol. También es normal. Son jóvenes y yo soy una mujer, a mí no me van a contar sus cosas. Se cortan más que yo”. Vanesa disfruta mucho con su trabajo, en especial cuando realizan desplazamientos para las distintas competiciones. “Gracias a este trabajo he recorrido casi toda España. Pontevedra, Logroño, Sevilla, Ibiza… Es agotador, porque son muchas horas de autobús y la mayoría de las veces vamos y volvemos en el mismo día. Pero lo pasamos muy bien y todos disfrutamos mucho”. Los triunfos y las derrotas se comparten por igual. No importa que no se pise el campo, todos son un equipo y todos forman parte del proyecto a partes iguales. Los entrenamientos en el Campus Universitario de la Universidad de Murcia, que han comenzado recientemente para esta nueva temporada, se realizan dos veces por semana. Las jugadoras deben compatibilizar sus estudios y sus vidas con la responsabilidad que conlleva representar al fútbol femenino en la selección regional. Han sido escogidas como las mejores de sus equipos y tratan de darlo todo, tanto en la preparación como en los partidos, para no ser apartadas.
La Federación de Fútbol de la Región de Murcia tiene en sus filas a jóvenes que forman parte de las distintas selecciones
Ellas lo que quieren es jugar. Eso no es ni más ni menos que lo que desea cualquier deportista en cualquiera de sus modalidades. Lamentan que no se les de más difusión a sus competiciones, a sus logros -que no son pocos- o a sus problemas, en contraposición a la Selección masculina. Es deporte de base que deberíamos de cuidar de igual manera.
Vanesa es el ejemplo de una generación que vive su profesión sin los prejuicios morales, por razón de sexo, de otros tiempos. Su futuro lo ve vinculado siempre al deporte, aunque aspira a tener, algún día, su propia clínica. Como cualquier joven del momento, se plantea su salida al extranjero para completar su formación y conocer el mundo laboral de otros países, donde sospecha que su profesión está más reconocida. Pero aún así ella describe lo que está viviendo como un momento de aprendizaje y de experiencia única. Es feliz y tiene el apoyo de todos cuantos le rodean. No necesita la fama, pero le gustaría que se reconociera más a las personas que, como ella, realizan sus labores en el mundo del deporte.